Remaches

Los remaches son elementos de fijación mecánicos capaces de unir dos materiales, incluso teniendo limitado el acceso a la instalación y fijación por un solo lado. Un remache está compuesto por un cuerpo o cabeza, que contiene un vástago, que deforma durante el proceso de remachado el final del remache. La cabeza del remache puede ser de varios tipos: cabeza alomada, cabeza avellanada o cabeza ancha, para diferentes necesidades.

Los remaches ofrecen una solución resistente y segura a muchos problemas de sujeción. Están diseñados para satisfacer los mayores niveles de calidad y construidos para resistir las condiciones medioambientales más severas.

¿Cómo se coloca un remache?

1. Se introduce el vástago en la boquilla de la remachadora. A continuación se introduce la cabeza del remache a través de los taladros previamente realizados en las piezas a unir.
2. Mediante la acción de la remachadora, las mordazas ejercen sobre el vástago una fuerza de tracción.
3. Cuando llegamos al grado máximo de tracción del vástago, se produce su rotura por la garganta, dejando la cabeza del vástago bloqueada.
4. Una vez separados vástago y cabeza, tenemos una fijación limpia, rápida y duradera.